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Detener el reloj. Viajar en el tiempo. Y volverse eterno una vez más. Roger Federer siguió desafiando a la historia y se plantó en la final del Abierto de Australia después de superar a su compatriota Stan Wawrinka, a quien venció en cinco mangas por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3 en un encuentro que se estiró por más de tres horas.
No sólo eso. Federer avanza a su final de Grand Slam No. 28 (17-10) y sexta en Australia, igualando a Djokovic con más rondas decisivas de la Era Open en Melbourne Park.
Era la tercera vez en la historia de los Grand Slams en la que dos suizos quedaban entre los últimos cuatro jugadores en liza. Y en todas, fueron Federer y Wawrinka los protagonistas. Ya ocurrió en 2014 en el Abierto de Australia cuando el de Lausana acabó logrando su primer Grand Slam ante Nadal, que había eliminado a Federer en SF y también en el US Open 2015, cuando Federer se impuso en el derbi suizo. En Melbourne, el mayor de los dos volvió a imponer su ley.
El primer set no defraudó y cumplió con las expectativas. La igualdad fue total entre ambos jugadores. Si bien Federer se hizo con tres bolas de break estando 2-1 al resto, Wawrinka salvó todas y en el juego posterior, consiguió hacerse él mismo con dos más. El cuatro veces campeón también las salvó. No fue hasta el décimo segundo juego cuando Stan concedió una bola de break más y Federer no perdonó. La primera manga era suya.
En el segundo set, Federer elevó su nivel y sin conceder una sola de break, quebró a Wawrinka para ponerse 4-2 y saque. Ese quiebre fue suficiente para escaparse aún más en el marcador. El campeón de 2014 tuvo que se tratado por problemas en la rodilla derecha al final del parcial, pero ello no le impidió dejarse la piel en el encuentro.
Ya en la tercera manga, fue el No. 4 del Emirates ATP Rankings quien golpeó primero. Quebró por primera vez en el encuentro a Federer, confirmó el break y se puso 4-1 en el marcador. Wawrinka aceleró para llevarse un contundente parcial con 6-1, un set en el que Federer sólo ganó 12 puntos.
El cuatro veces campeón vio como su rival aceleraba también en la cuarta manga, sumando el séptimo juego consecutivo y rompiéndole por tercera vez consecutiva. Pero entonces Federer reaccionó. Quebró de vuelta para igualar el parcial y detuvo así la hemorragia. Sin embargo, Wawrinka resistió y llevó el encuentro a una quinta y definitiva manga al quebrar a Federer para ponerse 5-4 y confirmar justo después el cambio de tendencia.
De la manera más complicada, desafiando al momentum de su rival, Federer salvó una bola de break en el tercer juego. También en el quinto. Y en el sexto, quebró a Wawrinka para ya no dejar escapar el triunfo.
La edad no importa.
De esta manera, Federer se convierte en el hombre de más edad en alcanzar la final de un Grand Slam desde Ken Rosewall (39 años y 310 días) en el US Open 1974. Y con 35 años y 174 se convirtió hoy en el cuarto finalista de más edad en el Abierto de Australia tras el propio Rosewall (con dos récords) y Mal Anderson