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El Manchester United y el Schalke sellaron su clasificación para los octavos de final de la Liga Europa tras ganar 0-1 al Saint-Étienne y empatar 1-1 con el PAOK Salónica griego, respectivamente, e impusieron la lógica ante dos rivales de menor entidad que fueron goleados en el choque de ida.
Alemanes e ingleses llegaron a la vuelta de los dieciseisavos con una renta de tres dianas que era prácticamente insuperable. Schalke y Manchester United sólo tenían que aguantar el resultado y evitar una hecatombe para mantenerse con vida en la competición.
Los hombres de José Mourinho ganaron 3-0 en la ida con un buen partido de Zlatan Ibrahimovic, que hizo un ‘triplete’ para dejar encarrilada la eliminatoria.
Old Trafford disfrutó del espectáculo del delantero sueco y Mourinho dio minutos a algún jugador menos habitual como el portero Sergio Romero, Marouane Fellaini o Ashley Young, que después de recuperar la titularidad en Copa frente al Blackburn repitió en el once.
Hasta Bastian Schweinteiger, que no jugaba ni un minuto desde el 29 de enero, disfrutó de la última media hora. El partido pedía cambios y dar descanso a varios jugadores y así lo entendió Mourinho, que salió victorioso del Stade Geoffroy-Guichard.
El armenio Henrikh Mkhitaryan se encargó de marcar el único tanto del duelo en el minuto 17 tras aprovechar un buen centro desde la banda izquierda de Juan Mata. El Saint Etienne, descolocado con el tanto del United, se vino abajo y apenas contó con una ocasión clara de Kevin Monnet-Paquet.
Sólo la expulsión de Eric Bertrand Bailly por doble amonestación amarilla, rompió la tranquilidad del United, que estará en el próximo sorteo tras sortear sin complicaciones el escollo del Saint Etienne.
En Alemania, el Schalke tuvo que defender exactamente el mismo resultado pero con más tranquilidad por el valor de los goles a domicilio. El 0-3 del choque de ida ante el PAOK convirtió el partido de vuelta en un auténtico trámite.
Sólo hubo sobresaltos entre los minutos 23 y 25, cuando llegaron los únicos dos tantos del partido. El primero lo hizo el Schalke por medio de Alessandro Schopf, que batió dentro del área pequeña a Panagiotis Gilkos con un buen derechazo; poco después, el PAOK empató gracias a un remate en propia meta del serbio Matija Nastasic, que despejó hacia su meta un centro desde la banda izquierda.
El conjunto alemán pudo llevarse la victoria en el descuento, pero el larguero repelió un disparo al borde del área de Thilo Kehrer. Fue el final de un partido sin historia que certificó el billete del Schalke para los octavos.
En el tercer partido de la jornada, el Krasnodar ruso sorprendió al Fenerbahce y se unió al Manchester United y al Schalke como clasificados para la siguiente ronda. Después de ganar 1-0 en el choque de ida, Fedor Smolov sentenció la eliminatoria con un gol en los primeros minutos que dejó fuera de juego al cuadro turco.
El delantero del Krasnodar aprovechó un error monumental de la defensa del Fenerbahce y subió el 0-1 al marcador. El equipo de Dick Advocat necesitaba tres tantos para clasificarse y solo logró uno por medio del brasileño Souza. Al final, el equipo de Robin Van Persie y de Mehmet Topal, se quedó sin octavos.