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Manchester City y Liverpool empataron en el Etihad Stadium (1-1), se distancian de la segunda plaza en poder del Tottenham y alientan las aspiraciones de sus perseguidores, el Manchester United y el Arsenal, que también pujan por un hueco en los puestos de Liga de Campeones.
El City del español Pep Guardiola completó una semana plagada de sinsabores. A la eliminación ante el Mónaco en la ‘Champions’ el pasado miércoles se unió este tropiezo en un duelo fundamental para marcar territorio en la Premier. El Liverpool, por su parte, mostró su competitividad ante los poderosos. El conjunto del alemán Jurgen Klopp no ha perdido ninguno de los dos encuentros -ida y vuelta- que ha jugado con los seis primeros de la clasificación.
Y es que los reds fueron superiores durante gran parte del juego. Dejaron en evidencia una y otra vez a la zaga local, habitualmente descolocada y sin capacidad de reacción.
El partido no se agitó hasta la segunda parte. Una falta del francés Gael Clichy sobre el brasileño Roberto Firmino fue sancionada con un penalti que transformó James Milner.
El City buscó la reacción de forma desordenada. Con más intensidad y voluntad que juego. Arreones indiscriminados que propiciaron contraataques de su rival. Firmino pudo sentenciar a la hora de partido pero el meta argentino Willy Caballero salvó el gol.
Después, en el 69, un centro por la derecha del belga Kevin De Bruyne fue aprovechado por Agüero para batir al belga Simon Mignolet y poner el empate.
El choque se convirtió en un ida y vuelta que cualquiera pudo ganar. Ninguno aprovechó sus ocasiones y el duelo terminó en tablas, inservibles para ambos.
El empate deja tercero al Manchester City, a tres puntos del Tottenham, segundo, y con uno de ventaja sobre el Liverpool, cuarto. Por detrás, el Manchester United está al acecho con tres menos que el equipo de Klopp. El Arsenal, sexto y provisionalmente fuera de Europa, tiene dos menos que el cuadro de Mourinho.
Tottenham sacó adelante la visita del Southampton (2-1) y afianzó el segundo puesto de la Liga de Inglaterra que domina el Chelsea y que este fin de semana completa la vigésima novena jornada.
El conjunto del argentino Mauricio Pochettino reafirmó su recuperación. Tras perder contra el Liverpool hace tres semanas ha sacado los tres puntos en los compromisos frente al Stoke City, Everton y ahora contra el Southampton.
El equipo londinense encarriló la victoria al borde del cuarto de hora con un gol desde fuera del área del danés Christian Eriksen tras recibir un balón del belga Mousa Dembélé.
Pasada la media hora, una falta dentro del área cometida por Steven Davis supuso el penalti que transformó Dele Alli para ampliar la ventaja local.marca por la esquina inferior izquierda.
Sin embargo, en la segunda parte el partido se agitó de nuevo con el tanto de James Ward-Prowse en el minuto 52 que dio vida al Southampton que no fue capaz de evitar la victoria de su adversario.
Por su parte, Jose Mourinho, entrenador portugués del Manchester United, vengó el despido de su amigo Aitor Karanka como entrenador del Middlesbroug con una victoria por 1-3 en el estadio de Riverside en el debut del nuevo técnico local, Steve Agnew.
Con esta victoria, el equipo de Mourinho adelanta al Arsenal y se sitúa quinto, a tres puntos del Liverpool, cuarto aunque con un partido más jugado.
El belga de origen marroquí Marouane Fellaini recibió un centro de Ashley Young y adelantó, de cabeza, al United en el 30. Llevaba 30 partidos de liga sin marcar. Dos minutos después Álvaro Negredo marró por poco una buena ocasión para el Boro, la última antes del descanso.
En el m. 63, el inglés Jesse Lingard hizo el segundo de potente disparo desde la frontal del área. Cinco minutos Mourinho ordenó que Juan Mata dejara su puesto a Marcos Rojo.
El partido cobró emoción con el tanto de Rudy Gestede, aprovechando un error de Chris Smalling en el 76 -su primer gol en liga para el equipo-, que devolvía las esperanzas al Boro ante un defensivo United.
Un resbalón de Víctor Valdés en el m.93, cuando el Boro pugnaba por conseguir el empate, dejó el balón a los pies de Antonio Valencia, que no tuvo más que empujarlo a la red para sentenciar con el 1-3. El ecuatoriano consoló al guardameta español.