El derbi madrileño se traslada de nuevo a Europa

A un partido mandó el Real Madrid. Las finales de Champions League Lisboa y Milán fueron de dominio merengue sobre el Atlético de Madrid, que ahora tiene la oportunidad de desquitarse en las semifinales de esta edición ante sus odiados vecinos.

Para ambos equipos es una oportunidad de oro de trascender. Los colchoneros de Diego Simeone tienen sed de revancha mientras que los blancos esperan ser los primeros en poner reeditar el título del mayor certamen continental.

El Santiago Bernabéu, ilusionado por esta posibilidad y viendo real alcanzar al mismo tiempo la liga española, se volcará en apoyo a los suyos.

«No somos favoritos, es una semifinal y es 50-50. Tenemos que hacer el máximo para ganar el partido y nada más. Tenemos que pensar sólo en el partido de mañana, no en la vuelta», dijo el entrenador Zinedine Zidane.

El encuentro tendrá cita en el mismo escenario en el que se vieron las caras ambos equipos hace menos de un mes por el torneo local y que finalizó 1-1 con goles de Pepe y Antoine Griezmann.

Real Madrid volverá a su once de gala, a pesar de que sus alternativas siempre han estado tocando la puerta. Raphael Varane será el central junto a Sergio Ramos e Isco sustituirá al lesionado Gareth Bale.

«La fuerza del Atlético es que nunca baja los brazos, pase lo que pase. Siempre lucha, pelea y usa sus armas de la mejor manera. Pero nosotros también tenemos nuestras armas», añadió el estratega galo.

En frente, estará el «Cholo» Simeone que sigue a la caza del campeonato en la Champions para coronar un ciclo repleto de éxitos. Y siempre el Real Madrid ha sido su piedra en el zapato. «No me imagino el resultado del partido, espero que sea apretado, donde sepamos aprovechar los espacios, si nos los permiten, aunque saben que tienen la opción del segundo partido y de que siempre marcan goles», mencionó el argentino.

Los rojiblancos no han perdido ninguno de sus 15 encuentros como visitante desde el parón navideño -su última derrota fuera de casa se remonta al 12 de diciembre en Villarreal (3-0)-; sólo ha caído en dos de sus últimos veinte choques oficiales y en cuatro de los últimos treinta y ha ganado nueve de sus trece duelos más recientes, el más cercano el pasado sábado por 0-5 a Las Palmas en el estadio Gran Canaria.

Ni siquiera las lesiones en determinados puestos han frenado la recomposición de la fiabilidad, regularidad y firmeza en 2017 del Atlético, que ha recuperado su solidez defensiva. Desde la vuelta, por ejemplo, del esloveno Jan Oblak, el equipo ha dejado su portería a cero en nueve de sus quince choques. Es el reto también mañana.

Para la visita al Santiago Bernabéu, donde resume sus últimos seis desplazamientos allí con tres victorias, dos empates y una derrota, el once está pendiente de Yannick Carrasco y Sime Vrsaljko. El primero ya se entrena con el grupo tras un esguince de clavícula y el segundo, que encadena un mes y medio de baja, apura su puesta a punto, pero ninguno de los dos tiene aún el pertinente alta médica.

A falta del entrenamiento vespertino, el belga sí apunta al once o, en su defecto, a la convocatoria. El croata, mientras, es duda en el lateral derecho; una posición en la que no están disponibles ni Juanfran Torres ni José María Giménez, la solución que había empleado Simeone los últimos tres duelos. Ambos son baja por lesión.