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Así como en la historia infantil y su inolvidable frase «ahí viene el lobo» y este no aparecía, parece que la trama se traslada al mundo real y recala en la sede de Woking del equipo McLaren. Y no es que no le tenga fe a tan laureada escudería, es que esto ya lo han dicho varias veces.
Pero, digamos que creemos en ellos y aceptamos las declaraciones de su director técnico Eric Boullier, quien afirma que las mejoras introducidas al MCL32 han mostrado un éxito de 95%, principalmente en el aspecto aerodinámico. ¿Prueba de ello? las últimas dos Q3 alcanzadas.
Señalaba Boullier: “Estamos contentos. Es el paso que queríamos dar. La correlación es increíble. Tenemos un 95% de lo que estábamos esperando, así que esto es brillante. Ahora confiamos en nuestro proceso. No es solo aerodinámica, sino también chasis, suspensión… Todo. Cada vez que avanzamos en algo, sabemos qué tenemos que esperar. La tendencia natural es a la desviación, pero estamos contentos por haber alcanzado lo que queríamos a través de nuestros nuevos procesos”.
Y que tengamos algo claro, el chásis no es el problema del equipo británico y su evolución es lo que ha dado la cara en las pocas aceptables actuaciones para un team de la talla de McLáren. Se podría decir que los británicos tienen por fin una base para comenzar a desarrollar un auto competitivo, mas allá de si el motor Honda da señales de fiabilidad y potencia.
En este sentido, el director de McLáren afirmaba: “Hemos establecido una referencia, así que ahora sabemos lo que hemos conseguido. Un objetivo interno era ver si nuestro procedimiento funcionaba. Y funciona, así que confiamos en nuestra capacidad para alcanzar nuestros próximos objetivos. El monoplaza seguirá desarrollándose pero estamos contentos con la plataforma”
Así que esperamos que esta historia si tenga un final feliz y no como aquella donde el lobo llegó y se dio un festín cuando ya era muy tarde.