¿Fin de liga en noviembre?

El derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, el primero en el Wanda Metropolitano, terminó sin goles y sin dueño, con un empate insuficiente para ambos que alienta el panorama del Barcelona, distanciado en diez puntos de ambos y con el Valencia como perseguidor más próximo.

La escasez de acierto del Atlético Madrid y el Real Madrid deja al equipo de Ernesto Valverde, que ganó en el estadio de Butarque (0-3), a diez puntos. El Valencia, que el domingo visita al Espanyol, puede seguir a cuatro del conjunto azulgrana si logra los tres en Montjuich.

El primer derbi madrileño que acogió el Wanda Metropolitano tuvo tensión, pasión y emoción. Pero también falta de acierto. Reflejó el duelo las dudas del Atlético y el Real Madrid, apartados los dos de su mejor versión a estas alturas del curso.

El punto no les vale para casi nada en sus pretensiones en la Liga, porque el juego tampoco sirve para nada si se trata de recuperar sensaciones perdidas, salvo en casos individuales y puntuales, porque aún anhelan a Griezmann, Cristiano o Benzema y porque ganar un derbi en los últimos tiempos requiere mucho más de lo que demostraron este sábado el conjunto rojiblanco y el blanco.

El partido fue mucho más tenso que preciso, mucho más vibrante que brillante, mucho más de pelea que de combinación, con toda la presión que había generado el Barcelona horas antes.

Y es que el Barcelona sigue a lo suyo. No falla. Sumó en Butarque su undécima victoria en doce jornadas (0-3). El cuadro de Ernesto Valverde, al que se cuestiona la escasa brillantez en el juego, saca adelante sus compromisos. Y sus cifras son incontestables.

El parón de la competición por los partidos internacionales no varió el discurso azulgrana, que sacó los tres puntos y dio un paso más hacia su meta. La visita a Leganés fue reconfortante, especialmente, para el uruguayo Luis Suárez, que se reencontró con el gol y propició la victoria.

Suárez hizo un doblete. Paulinho completó el marcador en un encuentro en el que Valverde repitió el mismo once que ganó al Sevilla en la pasada jornada. Incluido a Paco Alcácer como acompañante en ataque de Messi, que no marcó, y Luis Suárez.

La diferencia estuvo en la calidad y en el acierto. Pero sobre todo en las áreas. El Leganés estuvo mal en ambas. En la suya y en la de su rival. Cometió errores que propiciaron los goles del Barcelona. Y careció de contundencia en las oportunidades, algunas claras, que dispuso para batir a Marc Andre Ter Stegen, que solo ha encajado cuatro goles en lo que va de curso.