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El 6 de febrero de 2011 es una fecha que Robert Kubica no olvidará jamás y sus seguidores tampoco. El polaco se encontraba disputando el Rally Ronde di Andora, al norte del país transalpino cuando ocurrió el el inesperado accidente.
Kubica, que entonces tenía 26 años, sufrió un golpe con la mala fortuna de que el guarda riel consiguió insertarse en el auto, llegando a impactar con el piloto. Su copiloto resultó ileso. Una de las imágenes del suceso es la siguiente, captado desde el vehículo que seguía a Kubica, aunque ya había sucedido el choque.
Por momentos se llegó a temer por su vida, ya que el polaco perdió mucha sangre y los bomberos tardaron una eternidad en sacarlo del auto. Robert fue trasladado al hospital, donde se estabilizó su estado, si bien los primeros rumores que comenzaban a llegar desde el centro hospitalario no eran alentadores; uno de los brazos de Kubica había quedado muy dañado.
Al no haber ningún registro audiovisual, ya que la cámara on board se dañó con el accidente, mucha gente quería saber que fue lo que ocurrió y por ello se realizó una simulación para conocer a ciencia cierta los hechos.
Los primeros comunicados oficiales aseguraban que la recuperación de Kubica se alargaría, como muy poco, un año, por lo que sería prácticamente imposible verlo pilotar en 2011. Paralelamente llegaban los rumores que avisaban de que el piloto polaco había perdido prácticamente la movilidad del brazo, y que aún podía dar gracias de que no se le hubiera amputado.
Tanto la carrera deportiva de Kubica, como su vida personal, sufrió un duro revés aquél 6 de febrero de 2011. Ahora, siete años después, Kubica ha estado más cerca que nunca de cerrar el círculo por completo y volver a competir en Fórmula 1. Quién sabe si el próximo año, ocho después, podremos radar una gran historia de superación dentro de la Fórmula 1, el cómo Robert Kubica volvió a tomar la salida de un Gran premio de Fórmula 1.