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Hace algunas horas era imposible pensar que algún sobresalto podría llegar a tener España en su grupo, el B, del Mundial de Rusia. Pero llegó el terremoto: Real Madrid anunció a Julen Lopetegui como nuevo entrenador dos días antes del comienzo del certamen y la Real Federación Española de Fútbol dio el golpe sobre la mesa al despedirlo y poner a Fernando Hierro como bombero.
Viene la prueba de fuego para un exjugador de carácter y un grupo interesante que mezcla jerarquía, peso y frescura. El cómo manejen este torbellino de acontecimientos será fundamental para reafirmar el favoritismo en su zona que comparten con Portugal, campeona de Europa, Marruecos e Irán.
Portugal
El aval de ser campeones de Europa los hace más peligrosos que hace dos años cuando dieron un batacazo impensado en Francia. El trabajo de Fernando Santos quedó refrendado en ese momento y en las eliminatorias mostraron ser el equipo compacto que les permitió hacer historia.
Son los grandes contrincantes de España y en la primera jornada se medirán ante La Roja pudiendo aprovecharse del reciente golpe sufrido por el tema Lopetegui y así dar el paso con el que podrían asaltar el primer lugar.
Llegan con un Cristiano Ronaldo afinado. El astro del Real Madrid estuvo afinado en esta temporada en cada cita de importancia que se iba presentando; más líder que nunca en su selección muchas de las esperanzas de los lusos se centran en su capitán.
España
Sin todo el torbellino ocurrido, los ibéricos podrían tener aún esa etiqueta para llevarse el título que lograron levantar por primera vez hace ocho años en Sudáfrica. «No se va a tocar en dos días lo hecho en dos años», dijo Fernando Hierro en su atropellada presentación, haciendo alusión a mantener la línea de trabajo que llevaba Lopetegui.
No conoció la derrota este ciclo y cuenta con experiencia en todas sus líneas con jugadores bien probados como Sergio Ramos, Jordi Alba, Sergi Busquets, Andrés Iniesta, David Silva y Diego Costa. Cuentan también con David De Gea como uno de los mejores porteros del mundo, brindando una seguridad envidiada por cualquiera.
Los atributos de La Roja son conocidos: el buen trato del balón, la capacidad de todos de pisar el área rival con criterio y lo arraigado de su estilo. ¿Podrán recobrarse de la agitación y retomar la calma para navegar en buen mar hacia su objetivo?
Marruecos
Más allá del recorrido de Mehdi Benatia y Nordin Amrabat en Europa, además de contar con el joven talento de Achraf Hakimi, lo de Marruecos es esperar y buscar dar grandes sorpresas. Se trata de un seleccionado que, en el papel, tiene pocas oportunidades frente a los dos gigantes europeos que también dicen presentes en el grupo.
Su entrenador, el francés Hervé Renard, es un experto en equipos africanos. Encabezó una recambio generacional que le ayudaron a encaminar la clasificación y vuelta de Marruecos a la gran cita luego de 20 años de ausencia.
Basan su estilo en ir de extremo a extremo de la cancha, ser cautos en defensa y aprovechar espacios para transiciones rápidas y aprovechar la velocidad. Cualquier cosa que signifique avanzar de fase significaría un paso tan histórico como improbable.
Irán
Si bien cuenta con más argumentos, parece ser uno de los dos conjuntos que hará maletas al finalizar esta fase en el grupo B. Los de Carlos Queiroz tienen el difícil reto de demostrar que su reciente dominio en Asia no es casualidad y que pueden demostrarlo en las grandes instancias.
Ya en Brasil 2014 hicieron sudar a Argentina que tuvo que aferrarse a una genialidad de Lionel Messi para poder derrotarlos y, como en esa ocasión, se enfocan en que el colectivo se potencie y logre ser una piedra en el zapato frente a sus rivales.
Sin grandes figuras en el concierto internacional, Queiroz ha inculcado la solidaridad como bandera de los Golfo Pérsico. La experiencia en el banquillo es un punto de suma importancia para Irán, que quiere volver a conocer el triunfo en el magno evento.
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