MLB Draft 2018: Carlos Cortés y Kyler Murray, jugadores diferentes

Ya se celebró el Draft de la MLB y vale aclarar que este no tiene la repercusión que tiene el de la NFL y el de la NBA. La razón de que no tenga esa repercusión es debido a que los jugadores seleccionados en el Draft de la MLB no van a tener un impacto inmediato en sus equipos, sino que pasarán varios años en las ligas menores antes de poder jugar a nivel MLB (si es que llegan). Seguro que habrá jugadores elegidos en los primeros lugares que decepcionarán y nunca llegarán a las Grandes Ligas, y también es seguro que habrá otros peloteros que en este Draft han sido completamente olvidados y relegados a los últimos puestos que sí llegarán a las mayores y destacarán (un Hall of Fame como Mike Piazza fue seleccionado en la ronda 62). Pero hay casos de jugadores especiales y diferentes en el Drat, tal como, Carlos Cortés y Kyler Murray.

 

Carlos Cortés

Kyler

Los Mets lo seleccionaron en la tercera ronda del draft amateur como segunda base, pero Carlos Cortés, de 20 años de edad, es una «llave maestra» capaz de jugar en cualquier parte del terreno.

Su talento más llamativo quizás sea su habilidad para lanzar con ambos brazos, aunque no nació con esa capacidad.

Cuando Cortés tenía ocho años, su padre quiso que fuera más versátil en el terreno de juego. Debido a que era zurdo por naturaleza, le hubiese sido difícil desarrollarse como infielder, especialmente como campocorto. Por eso, cultivó una habilidad para tirar con ambos brazos.

Le tomó hasta los 14 años poder tirar bien con la mano derecha, pero el proceso le ha rendido dividendos. Cortés considera que su padre es quien más ha influido en su carrera y con razón.

En la Universidad de Carolina del Sur, Cortés ha jugado mayormente como jardinero izquierdo, pero es probable que termine como intermedista en su carrera profesional. En la universidad, ha visto acción como receptor, lanzador, tercera base, segunda base y guardabosque. Cuando patrulla los jardines tira con la mano izquierda, pero tira con la derecha cuando juega en el cuadro interior.

 

Kyler Murray

Kyler

Kyler Murray era el mejor atleta en el Draft del 2015. Incluso, hubiese sido elegido en la primera ronda de no ser porque decidió retirarse del proceso debido a su deseo de jugar dos deportes en la universidad Texas A&M, puesto que también era una destacada promesa como mariscal de campo en el fútbol americano.

Elegible nuevamente para el draft, pero también listo para seguir a Baker Mayfield (ganador del prestigioso Premio Heisman del fútbol americano universitario en EE.UU.) como mariscal de campo del equipo de dicho deporte en la Universidad de Oklahoma (a donde se transfirió en el 2016), Murray sigue siendo un nombre muy tentador, pero también alguien a quien los equipos creían sería casi imposible de convencer a jugar béisbol a nivel profesional.

Murray se vio por debajo de la competencia en el plato en su regreso al béisbol con los Sooners la primavera pasada y en la Liga Cape Cod durante el verano, pero ha mejorado dramáticamente esta temporada. Batea .296/.398/.556 con 10 jonrones y 10 bases robadas en 51 juegos, aunque se lesionó una corva en un partido del torneo de la Conferencia Big 12 el 24 de mayo y no ha jugado desde entonces. Los Sooners tenían pautado jugar contra Mississippi el lunes en el juego de campeonato de la primera ronda de los playoffs de la División I de la NCAA.

Aunque se ha alternado entre dos deportes y por ende ha sacrificado la oportunidad de agotar más turnos, Murray ha hecho buenos ajustes al bate. Está haciendo más y mejor contacto, y también un mejor trabajo al momento de reconocer los pitcheos rompientes y no hacerles swing cuando están fuera de la zona de strike. Tiene velocidad para robar bases y un swing lo suficientemente veloz para producir un poder promedio.

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Kyler todavía necesita reducir su tasa de ponches y mejorar en el jardín central, donde debe enfocarse en leer mejor los batazos y tomar mejores rutas para ir en busca de la bola. Sin embargo, su velocidad le permite compensar esos errores y se espera que eventualmente se convierta en un sólido defensor. Su brazo ha perdido potencia y por los momentos se le considera por debajo del promedio en ese departamento.

Murray es hijo del otro mariscal de campo de Texas A&M y jugador de ligas menores de los Cerveceros, Kevin Murray, y sobrino del dos veces seleccionado en primera ronda y ligamayorista por cinco temporadas, Calvin Murray.


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