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La llegada de LeBron James a los Lakers ha sido la noticia del verano en la NBA, por mucho que los Warriors la hayan tapado después con Cousins. El ‘Rey’ llega a un nuevo trono, plagado de toda la historia de la liga y con todos los focos mirándolo. Un equipo joven crecido tras años de reconstrucción que necesitaba ahora nuevos complementos. Veteranos contrastados, aguerridos, y dispuestos a enfrentarse a los Warriors.
Michael Beasley ha sido el último en sumarse al proyecto Lakers-LeBron de Magic Johnson, donde además de jóvenes como Lonzo Ball, Kuzma o Ingram se necesitaba gente. Y esto es lo que ha salido de la agencia libre. Conozcamos a los miembros que rodeará al rey por ahora:
Lance Stephenson
Antiguo enemigo de LeBron en sus tiempos en Indiana, es conocido por su dribbling descomunal, y sus brazos extensibles capaces de robar balones.
Michael Beasley
Excompañero de LeBron en Miami y promesa en su juventud, llega de la Gran Manzana, una ciudad donde muchos parecen perder la cabeza, aparentemente sereno y con ganas de dar guerra.
Rajon Rondo
Debutó y consiguió el anillo en Boston, donde se enfrentó a una leyenda viva como Ray Allen. Tras convertirse en un héroe con el poder de hacer triples-dobles, pasó por Dallas y Sacramento desterrado. En Nueva Orleans parece haber vuelto a encontrar el orden, pero nadie sabe cuánto le podrá durar.
JaVale McGee
Se decía de él que era uno de los jóvenes más talentosos de la NBA, capaz de poner tapones al cielo. En los Warriors ha conseguido ganar enteros como jugador seguro, y ahora llega a los Lakers con la función de espionaje y controlar esa locura que parece haber encauzado en la coletilla que ha lucido las últimas temporadas.
¿Quién va a tirar los triples en los nuevos Lakers?
La idea de juntar a Rondo y Stephenson contra el súper-equipo de los Warriors es atractiva; pero los nuevos Lakers 2018/2019 carecen de algo que hasta ahora había sido fijo en los equipos de LeBron, triplistas puros. James, un jugador que amasa balón y abre espacios por sí solo, es mejor cuando tiene buenos triplistas cerca.
Tanto Rondo (30% en su carrera), como Stephenson (31%) nunca han sido ni de lejos buenos tiradores de tres. Beasley, por su parte, promedia un 35%, y aunque ha tenido buenos años desde la distancia, tampoco ha sido un seguro. En los jóvenes Lakers, Brandon Ingram ha conseguido promediar este curso un 39%, aunque con pocos tiros, Hart (39%), KCP (38%), Kuzma (36%), y Lonzo, gran tirador en NCAA pero de momento no en la NBA, se quedó en un 30%.
No hay tiradores puros ni con vistas en los Lakers una carencia que nunca se había visto en los equipos de LeBron, donde los hombres en las esquinas para recibir liberado después de que él congregara a los rivales, han sido una constante de éxito.
En 2016 también LeBron James realizaba su gesta más importante. Tras su regreso a Cleveland dos veranos antes, se alzaban con el título de campeón NBA ante unos Warriors que habían marcado el mejor récord de la historia.
Kevin Love, ala-pívot californiano con capacidad de lanzar de tres y capturar rebotes logrados en una larga estancia, y Kyrie Irving, un mago del balón capaz de pasar de la línea de tres a debajo de la canasta sin que nadie lo vea.
A este tridente se sumaba, Richard Jefferson (38% en triple), James Jones (39%), Channing Frye (37%) al que se sumaban JR Smith (40%) y Dellavedova (41%). Era el equipo perfecto para LeBron. Una tesis a la que seguiría, el año siguiente, la llegada del triplista absoluto, Kyle Korver.
La creación de este grupo alrededor de LeBron era clara y heredara de sus anteriores asedios por el anillo. James, un jugador que amasa balón y abre espacios por sí solo, es mejor cuando tiene buenos triplistas cerca.
También lo fue así en sus dos títulos con Miami (Ray Allen, James Jones, Mike Miller, Battier), por lo que en su etapa Laker, y sin esperanzas de nuevos refuerzos en estos sentidos, LeBron andará débil en este apoyo.
La idea de los Lakers es formar un grupo aguerrido, y quizá con ello veamos un nuevo tipo de juego, incluso en LeBron, más abierto con la idea de forzar también menos su cuerpo. Lo que está claro es que ahora mismo los Lakers cuentan con un equipo seductor, pero que se diferencia mucho de los otros grupos de aliados con los que el #23 se había mezclado hasta ahora.
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