En el baloncesto profesional, la estatura de los aleros se encuentra habitualmente entre 1,96 y 2,06 metros. Son capaces de ayudar en el rebote o de correr para culminar un contraataque. Con la posesión del balón, deben ser capaces de anotar tanto desde larga distancia como penetrando a canasta, así como provocar faltas. Aquí están los mejores aleros en la NBA actualmente:

1. LeBron James, Los Angeles Lakers

Ahora que LeBron se ha unido a los Lakers, seis de los 10 mejores anotadores de todos los tiempos han pasado por este equipo en algún punto de su carrera. No hay mucho que decir del juego de LeBron que no sea obvio, es un deportista impresionante. Ha encontrado la manera de vencer el paso del tiempo y ha seguido igual de dominante en el ataque en la última temporada. De hecho, consiguió la media de anotación más alta desde su primera temporada en Miami y ha jugado 82 partidos por primera vez en su carrera. Dejando de lado la cantidad de partidos de temporada regular que juega (entre 75 y 80, normalmente), hay que añadir los 20 partidos de postemporada. Lo admiras o lo odias, pero solo hay que dar un paso atrás y dejarse asombrar por su resistencia y habilidad en este momento de su carrera. A punto de comenzar su 16.ª temporada, LeBron es el mejor de los aleros y obviamente de la NBA.

2. Kevin Durant, Golden State Warriors

La pasada temporada vimos a KD crecer como jugador, algo que no se ve a menudo en jugadores que ya han alcanzado el estatus de MVP y se han forjado una carrera. El tamaño, junto con su fluidez y condición física, son solo algunas de las cosas que hacen tan especial a Durant. Su mayor avance respecto al año pasado se ha dado en defensa. Puso 1,8 tapones por partido. Es más, normalmente se enfrentaba a bases y jugaba desde el exterior. Aunque LeBron se queda el trono de mejor jugador de la NBA, KD es el más versátil.

3. Kawhi Leonard, Toronto Raptors

Tras una temporada rara tanto para Kawhi Leonard como para los San Antonio Spurs, el jugador ahora está en Toronto listo para codearse con Drake. Como, en esencia, hace un año que no vemos a Kawhi en la pista, refresquemos la memoria y hablemos de su talento. En siete temporadas, Leonard ha sido dos veces (consecutivas) Mejor defensor del año, ha sido MVP de la final y ha formado parte del Mejor quinteto defensivo cuatro veces y del Mejor quinteto de la NBA otras dos. En su última temporada completa (2016-2017), consiguió una media máxima en su carrera de 25,5 puntos, 5,8 rebotes y poco menos de dos robos por partido, anotando un 48,5% de tiros de campo. Incluso en la última temporada, donde solo jugó nueve partidos y 23,3 minutos por partido, logró una media de 16,2 puntos y 4,7 rebotes. Con el traspaso a Toronto, los minutos de Kawhi aumentarán y, si las lesiones lo permiten, podremos ver una actuación digna de un MVP mientras sigue luchando por convertirse en agente libre en 2019.

4. Paul George, Oklahoma City Thunder

Paul George asombró al mundo cuando decidió quedarse en Oklahoma en vez de cambiar a un mercado más grande o unirse a un superequipo como los Houston Rockets o los Philadelphia 76ers. El año pasado logró 21,9 puntos, 5,7 rebotes y un 40,1% desde la distancia de tres puntos. Jugar en un sistema con un montón de jugadores dominantes con el balón creo interferencias para los Thunder (como demuestra el escaso 43% de tiros de campo de PG), pero con Carmelo Anthony en Houston, cabe esperar que George encuentre su zona de confort un poco más rápido esta temporada. Personalmente, tengo esperanzas en que su intensidad defensiva (dos robos por partido en la última temporada) y el estar rodeado de jugadores defensivos, como Andre Roberson y Steve Adams, lo lleven a un buen año y a una temporada competitiva con los Thunder.

5. Ben Simmons, Philadelphia 76ers

Aún falta por ver si Simmons podría ser contenido en el ambiente de los playoffs por su carencia de juego perimetral: ha logrado apenas convertir 15 cestas a distancia superior a 15 pies durante toda la campaña, según Basketball-Reference.com, y ninguno fue triple. Sin embargo, Simmons aporta tanto valor que fue un legítimo candidato a recibir una invitación al Juego de Estrellas en su primera campaña a los 21 años.