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La final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors tuvo que ser postergada para este domingo, debido a los hechos de violencia en la previa.
Un grupo de fanáticos riverplatenses atacó el autobús que llevaba a los jugadores xeneizes al estadio Monumental, mientras se trasladaba por la avenida Monroe. El destrozo de los vidrios con piedras, botellas y baldosas afectó a los futbolistas, especialmente a Pablo Pérez, mediocampista auriazul.
Dudas por la violencia
La Conmebol –con la presencia del presidente de la Fifa, Gianni Infantino- anunció dos veces que se jugaría a distinta hora, mientras en los alrededores del estadio los desmanes estaban a la orden del día. La Policía, para dispersar a los violentos, lanzó gas pimienta.
#Fútbol La Libertadores está en vilo: hinchas de @CARPoficial atacaron al autobús de @BocaJrsOficial. Hay jugadores heridos.pic.twitter.com/UDbfMlr7MM
— HispanicSportsMedia (@hsmdeportes) November 24, 2018
Finalmente se informó que el partido se disputará este domingo. Lo hizo el presidente del organismo rector del fútbol sudamericano, el paraguayo Alejandro Domínguez, a través de las cámaras de Fox Sports.
Decisión de presidentes
“Hay un pacto de caballeros de que no se puede jugar en estas condiciones. El partido se mueve para mañana a las 17:00 horas (de Argentina). Los clubes están de acuerdo, hay una oportunidad de jugarse mañana y se jugará mañana”, recalcó el dirigente.
Los boquenses, con Carlos Tévez y Fernando Gago al frente, se manifestaron contra la intención original de la Conmebol, que era la de entrar al campo sí o sí.
#Fútbol SE JUGARÁ MAÑANA
Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol: “Hay un pacto de caballeros de que no se puede jugar en estas condiciones. El partido se mueve para mañana a las 17:00 horas. (…) Hay una oportunidad de jugarse mañana y se jugará mañana”. pic.twitter.com/qoirEg26rO
— HispanicSportsMedia (@hsmdeportes) November 24, 2018
“Para nosotros, las condiciones no están dadas, y los presidentes de la Fifa, la Conmebol, nos quieren obligar. No estamos para jugar”, expresó Tévez. “Quería vomitar, me ardía la garganta. Recién ahora se me está quitando el dolor de cabeza. Pero no estamos para jugar, y nos están obligando. No se puede creer lo que está pasando”.
Un duelo de alta tensión
Es la primera vez que los eternos rivales del fútbol argentino se encuentran en una final de la Copa Libertadores.
La ida, en el estadio La Bombonera, tuvo que ser reprogramada del 10 al 11 de noviembre debido a las intensas lluvias que cayeron sobre Buenos Aires.
Finalizó 2-2, con goles de Ramón Ábila y Darío Benedetto por el lado xeneize, mientras que por el millonario lo hicieron Lucas Pratto y Carlos Izquierdoz (en propia meta).
Boca Juniors, dirigido por Guillermo Barros Schelotto, busca su séptima Copa Libertadores, mientras que el River Plate de Marcelo Gallardo tiene por objetivo la cuarta copa.
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