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Ricardo Páez a HSM: «Los que manejan al fútbol venezolano son cada vez más incompetentes»
Ricardo David Páez no tiene barreras al momento de opinar. Como en el campo de juego, su visión lo abarca todo, desde el fútbol hasta la crisis de su país, Venezuela. Y para rematar o dar el pase gol, allí siempre estará.
Internacional con la Vinotinto en 66 partidos, con 6 goles anotados, Páez formó parte de la maravillosa selección que lideró su padre, Richard, entre 2001 y 2007.
El ex volante, hoy entrenador de categorías juveniles del Orlando City de Estados Unidos, conversó con Hispanic Sports Media sobre la actualidad del combinado sudamericano, el fútbol venezolano y la crisis que afecta a su nación.
-¿Qué visión le queda de los más recientes amistosos de Venezuela en el año de la Copa América Brasil 2019?
-Fueron muy positivos. Se mostró un equipo que sabía lo que quería en la cancha, un equipo que se mostró muy rápido, que en transiciones defensa-ataque fue muy eficiente. Creo que el proceso con los jugadores actuales de la selección deja mucha ilusión para los que nos gusta el fútbol y hemos pasado por la selección, y en la gente. Hay mucha ilusión para la Copa América.
-¿Y qué tal la victoria ante la Argentina de Messi?
-Este partido contra Argentina renueva la esperanza de una selección muy sólida, por el presente de los jugadores en sus clubes y por cómo se vieron en un gran partido.
Ante Catalunya se bajó un poco el nivel, se pierde un partido. Hubo rotaciones, pero fue importante para que el técnico valorara otros jugadores y para ir armando el equipo que nos represente en la Copa América. Los exámenes serán ante los rivales más débiles, ver la propuesta ofensiva que tiene y cómo se desenvolverá ante un equipo que no salga a buscar el resultado y no deje espacios atrás para esas transiciones con la velocidad de Machis, Murillo y los jugadores del medio hacia adelante. Hay que ver a la selección comportarse en ese tipo de partido.
-¿Qué fue lo que más le gustó?
-Me gusta ver un fútbol de mucha mayor posesión, más fluido, de mayor elaboración, de ser más protagonistas. Hasta ahora, la selección nos ilusiona a todos.
-¿Qué significó para usted su paso por la Vinotinto?
-Mi paso por la selección fue una etapa fundamental, no de mi carrera, sino de mi vida. Nací en una casa futbolística, donde mi papá había vestido la camiseta de la selección, donde yo había visto las camisas vinotinto desde niño. Unas camisas viejas que me llenaban de orgullo. Cuando a nadie le gustaba el color vinotinto, cuando lo quisieron cambiar, mi ilusión era vestir con ese color. Quería repetir lo que hizo mi padre y representar a todo el país.
Desde que empecé en la sub 15 con Lino Alonso en la 93-94, sub 17, sub 20 y sub 23, fue una etapa muy buena. Siempre fui un jugador fundamental en las selecciones menores y llegamos a conseguir logros que no se veían en el país. Estuvimos a punto de ir al Mundial en el 97, pero empezábamos a enseñarle al país que podíamos hacer cosas importantes nosotros mismos. Esa es la generación del oro centroamericano en el que yo no estuve porque estaba en Boca Juniors, y Lino prefirió no llevarme para hacerlo en el Sudamericano. Me perdí ese oro por estar lejos, viviendo en Argentina. Para ese campeonato la Federación no contaba con tanto dinero como para los sudamericanos, que sí eran avalados por la Conmebol.
-¿Y la mayor?
-La mayor fue la etapa de mayor importancia en mi carrera, por todos los resultados positivos, por todas las presentaciones que dimos, porque era un fútbol fluido y yo era parte fundamental.
Esa etapa me enseñó que el fútbol en Venezuela tenía que aprender mucho, creo que ya ha ido aprendiendo. La gente dice que lo que más recuerda de esa selección era a los tres zurdos (Juan Arango, Gaby Urdaneta y Páez). Yo era uno de ellos. Era el buen fútbol que venía de los tres zurdos. Y en la siguiente pregunta a la gente, sobre algún cambio que debía hacerse, respondían ‘sacar al hijo del entrenador’. ¡Y yo era uno de los tres zurdos! Eran los ciegos del fútbol, los que repetían sin criterio. Eso me dejó una enseñanza muy grande, por todo lo que logré dentro del campo, y por el trato injusto. Traía ocho años dándole los mejores resultados a la selección: haber salido de 28 años fue un golpe fuerte. Cuando me quisieron llamar tuve ese gesto de dignidad conmigo mismo de no querer volver y dejarle el puesto a otro. Para mí, más importante que el fútbol, es la dignidad y seguir adelante. Uno se podía arrepentir, pero esa decisión de no volver fue lo mejor que pude hacer, porque me da una moral de hablar que pocos pueden tener. Una etapa exitosa, una de las mejores etapas de mi carrera por el legado que se dejó.
-Tuvo usted una carrera prolífica en clubes, pasó por 22 equipos… ¿cuáles se quedaron en su corazón?
-En Venezuela no estuve en muchos, pero los más importantes fueron Estudiantes de Mérida, dos veces subcampeones nacionales, llegamos a cuartos de final de la Copa Merconorte, que sería hoy como una especie de Copa Sudamericana, estando además en el plantel que llegó a cuartos de final de la Libertadores, aunque me tuve que ir antes a Boca Juniors; y en Mineros de Guayana, un subcampeonato más, con clasificaciones a Copa Sudamericana y Libertadores. Estoy muy identificado con esos clubes. También con el Táchira de Cata Roque, pese a que fue solo un año, pero logramos pasar la pre Libertadores con los mexicanos. Fue muy provechoso. Siempre campeón o subcampeón.
En el extranjero los que más me tocaron fueron el Atlético San Luis de México, saliendo campeón absoluto y subiendo a primera división, y el América de Cali de Colombia por el cariño de la gente, con una muy buena temporada. De allí di el salto a Europa con el Veria de Grecia. No estuve mucho tiempo, porque había que tomar decisiones. Veria me llenó de mucho cariño.
-Hoy usted es entrenador en las categorías juveniles del Orlando City norteamericano. ¿Cómo cataloga a la MLS como nuevo destino de los venezolanos?
-Todos los venezolanos han hecho un impulso muy fuerte en los últimos tres, cuatro años. Josef (Martínez, goleador del Atlanta United campeón) es el embajador, junto con Giovanni Savarese (técnico del Portland Timbers, subcampeón). Dentro y fuera del campo han dado a conocer el valor del fútbol venezolano. Los que han venido, todos han cumplido, están haciendo grandes papeles. A pesar que la MLS aún no compite en un gran nivel con México, una liga muy fuerte, va en proceso de ser uno de los mejores torneos del continente americano. La llegada de jóvenes valores sudamericanos le dará mayor crecimiento. También con el arribo de muchos europeos. En la medida que el sudamericano vaya entrando más esta liga se hará más fuerte, con otro concepto. Lo demostró el ‘Tata’ Martino con el Atlanta. Ojalá los venezolanos podamos darle el impulso a la liga con las ideas que traemos como entrenadores. Los técnicos marcan época, los futbolistas hacen realidad sus ideas en el campo.
Páez y la crisis de Venezuela
-A lo lejos, ¿cómo evalúa las sanciones emitidas por la Federación Venezolana de Fútbol contra los jugadores de Zulia FC y Caracas FC por no jugar en las condiciones críticas en las que está el país?
-Da vergüenza ajena estar en los zapatos de las personas que sancionaron a los jugadores de Zulia y Caracas. Quedan expuestos, se nota que son marionetas que no tienen conciencia y actúan simplemente por intereses mezquinos, por aparentar una situación. Todos en el país saben la situación. Los que manejan al fútbol venezolano son cada vez más incompetentes. A los jugadores le damos el apoyo, ellos son los que están viviendo estos momentos difíciles, y saben hasta dónde lo pueden soportar, hasta cuándo. La Asociación de Futbolistas de Venezuela debe tomar decisiones para que se hagan respetar más a nuestros jugadores. Que no sea una entidad que en lugar de proteger al jugador esté en sintonía con los federativos. Pero aquí la lucha fundamental no es el fútbol, sino el país: el fútbol solo es un reflejo del país.
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