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Dentro del diamante, el aporte de José Altuve para los Astros de Houston y el béisbol en general es incuestionable. Su presencia en las Grandes Ligas, la forma en la que llegó al big show a pesar de su estatura y la alegría con la que juega pelota han contagiado a millones de fanáticos. Fuera del estadio, ha sabido dar su mano a Venezuela.
Era poco conocida la labor social del infielder hasta que Associated Press (AP) publicó este fin de semana que el criollo está asistiendo a su país natal ante la crisis humanitaria que agobia a los venezolanos.
La AP recordó que, de acuerdo con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), unos 3,4 millones de venezolanos han abandonado su nación en los últimos años, la gran mayoría en el último año, y se tiene previsto que la cifra supere los 5 millones para finales de 2019, esto, precisamente por la insostenible situación, en la que el hambre es protagonista.
«Hay varios departamentos donde necesitamos cosas como son medicinas, alimentos y educación y tienes que elegir a dónde quieres hacer tu aporte. Yo me incliné por la alimentación porque hay niños que no tienen qué comer y que todos los días despiertan con hambre y yo he hecho una gran donación».
En el reporte de la AP, la agencia informa que la ONU estima que 1,9 millones de personas en Venezuela necesitan asistencia alimentaria, entre ellos 1,3 millones de niños menores de cinco años.
“Quizá lo que yo hago no se sabe porque no lo pongo en redes sociales y hasta ahora no había hablado de eso con nadie. Yo me siento contento de ayudar a las personas que más lo necesitan», añadió Altuve, quien no entró en detalles sobre cómo ha hecho llegar la ayuda a su país.
El camarero, bujía de Astros en 2017 cuando Houston ganó la Serie Mundial y el segunda base se alzó con el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, compartió con los venezolanos que asistieron a la México Series de las Grandes Ligas en Monterrey.
«Sabemos que los venezolanos están en toda Latinoamérica porque han tenido que salir del país por circunstancias que todos conocemos. La verdad no esperaba verlos, pero siempre que los veo me da gusto y trato de acercarme a ellos a darles la mano, es algo que te llena como persona”.
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