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Se acabaron las vacaciones del llamado «parón veraniego» y los equipos de la Fórmula 1 regresan al trabajo, de cara a uno de los circuitos más hermosos y exigentes del calendario: Spa-Francorchamps. Bélgica se presenta como una opción «real» para Ferrari, que necesita a muerte una victoria en 2019. (Resumen de la primera parte)
Como ha sido la tendencia en este tipo de circuitos, desde Mercedes etiquetan a los italianos como favoritos para llevarse el GP de Bélgica, debido a que se requiere poca carga aerodinámica y mucha potencia en el motor. Dos factores que definen al SF90 de Ferrari.
Pero si hay algo que tienen en contra los de Maranello son las estadísticas. En los últimos años a Ferrari le ha ido muy mal en la segunda parte de la temporada y esto genera una presión adicional si tomamos en cuenta que este año no han sido competitivos, por lo menos al nivel que se esperaba.
Mientras tanto en Mercedes
El W10 tiene un punto débil y tiene que ver con las altas temperaturas. De allí parte la idea de no catalogarse como favoritos, aunque siempre terminan demostrando lo contrario. Tienen identificado lo que deben mejorar y no extrañaría que sean los más fuertes. Aun así tendremos que esperar a los primeros libres.
Otro equipo que atrapará todas las miradas será Red Bull, específicamente la atención se centrará en Alexander Albon y en lo que sea capaz de demostrar. No creo que lo vaya a hacer peor que Pierre Gasly, pero la presión puede ser un factor determinante. Deseamos verle competitivo y luchando por buenos lugares… hasta podios.
Con relación al resto, se pudo conocer recientemente que Lando Norris, piloto de McLáren, sufrió una leve lesión. No se ha informado exactamente que percance tuvo, pero todo parece indicar que no es nada serio y lleva una férula solo como prevención debido a inflamación del tendón en el pie izquierdo. Aseguran que participará en Bélgica.
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