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Tomás Rincón, su presente y su futuro
Tomás Rincón ha sido el eje de Venezuela desde su debut, de la mano de César Farías en 2008. Su disciplina dentro y fuera del campo le hicieron ganarse una jerarquía que tuvo su punto más alto en la Copa América de 2011.
En ese momento, Rincón se multiplicaba cortando balones, ayudando a dinamizar el mediocampo. Donde había una acción estaba el tachirense, pierna derecha extendida, en su clásico movimiento estirado para romper el avance y cubrir la pelota.
Juan Arango, Tomás Rincón, Salomón Rondón y Roberto Rosales conforman el gran cuarteto de referentes de los futbolistas venezolanos en el exterior. Jugadores enfocados en su trabajo, que supieron escoger sus destinos y ayudaron a abrir las puertas a más compatriotas con su ejemplo.
España, Alemania, Italia, Inglaterra. Todas estas ligas han disfrutado con ellos y los han respetado.
Sin embargo, por simple causa de la Naturaleza, todo tiene su declive. Rincón ya no abarca lo que en su momento sí pudo. Con 32 años es tiempo de reinventarse.
La evolución de Tomás Rincón
El tachirense comenzó su carrera en selecciones juveniles como un volante creativo, llegando a ser el 10 de la sub 17. Al debutar en la selección, ejerció de ocho, el llamado futbolista box-to-box que enlazaba a la defensa con el ataque. En la Copa América 2011, con un escudero como Franklin Lucena, ahogó más de una jugada rival en el mediocampo.
En los últimos años trabajó para presionar un poco más en el área rival, sobre todo en su etapa con el Genoa y el Torino. Su paso fugaz por la Juventus le dejó títulos, experiencia y amistades, ejerciendo de guerrero más de corte que de generación de salida. No obstante, con Genoa y Torino siguió balanceándose de un punto a otro.
Con la selección de Venezuela intentó mantener la labor que venía realizando en el Torino, su actual club en la Serie A. Sin embargo, el desgaste pasa factura. Y se notó en los tres primeros partidos de las Eliminatorias a Qatar 2022.
Le costó no perder balones en el medio sector y, aunque las derrotas siempre deben verse grupalmente, uno de los principales señalados fue el tachirense.
Y en la carrera frente a los jóvenes, se nota más. Ante el surgimiento de Yangel Herrera, Junior Moreno y Cristian Cásseres Jr., Rincón está en un nivel menor: simple consecuencia de la Naturaleza. Disputar más de 90 minutos con alta intensidad es imposible para cualquiera, pero mucho más difícil a medida que pasa el tiempo.
El tachirense aún puede aportar su jerarquía y, posicionalmente, su trabajo como cortador puede ayudar. Incluso, como un líbero, cuando el momento lo permita. Un jugador de enlace entre la defensa y el mediocampo, que busque corte y pueda enviar algún balón largo.
Alternativas hay. Siempre. Lo importante es la disposición.
La jerarquía se respeta: son 106 partidos con la selección, con momentos brillantísimos, pero es imposible eludir a la realidad. Y un profesional tan inteligente como Rincón lo sabe.
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