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Los Dallas Mavericks no quieren entonar las notas del himno de los Estados Unidos antes de disputar los encuentros, generando mucha polémica en la liga de baloncesto más importante del mundo.
Los símbolos patrios para los ciudadanos estadounidenses, como buenos patriotas, son sagrados. Suena en todos los acontecimientos importantes que suceden en el país, sean deportivos o de otra naturaleza. Esta postura generó un amplio debate en la opinión pública, en la organización y en la Casa Blanca.
El comienzo de las protestas
El año pasado, en medio de la burbuja de Disney, se llevaron a cabo unas protestas en todo el país, por la lucha en contra de la discriminación racial. En varias oportunidades, por iniciativa propia de los protagonistas, la continuidad del torneo se vio en peligro.
Algunos de los jugadores se arrodillaban a la hora de cantar el himno nacional como forma de reclamo, mientras que otros preferían quedarse de pie; lo cierto es que el movimiento fue creciendo con el pasar de los días, y aún no termina.
La decisión de Dallas
El reglamento obliga a que antes de cada encuentro se canten las gloriosas notas del himno norteamericano y que todos los jugadores muestren respeto al mismo.
Tim Cato, informó que es una decisión personal de Mark Cuban, dueño de la franquicia.
Distintas fuentes cercanas a Cuban, indicaron que no adoptó la medida porque a los jugadores no les guste Estados Unidos, sino porque muchos consideran que el himno no los representa y para apoyar las protestas.
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El comunicado de la NBA y el cambio de postura
“Los equipos de la NBA que están en el proceso de dar la bienvenida a los aficionados, deberán tocar el himno nacional de acuerdo con la política de la liga”, mencionó Adam Silver, comisionado de la NBA, en un comunicado.
En el encuentro ante Atlanta Hawks, donde los locales se impusieron en un partido muy cerrado 118-117, volvió a sonar el “The Star-Spangled Banner”. Si algo queda claro, es que esta historia continuará.
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