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Este sábado, en el Apex Center de Las Vegas, Francis Ngannou venció por KO al defensor del título Stipe Miocic, coronándose campeón de peso pesado del UFC.

Una potencia insuperable
El camerunés con nacionalidad francesa Francis Ngannou logró coronarse campeón de peso pesado tras vencer al croata Stipe Miocic. Ambos peleadores protagonizaron la pelea estelar de la gran cartelera del UFC 260.
En el segundo round, luego de haber conectado varios golpes de poder y prácticamente azotar al campeón contra la jaula, el africano impactó un gran gancho izquierdo que hizo desplomar a su rival. Una vez en la lona, casi inconsciente, le propició un gran golpe en el rostro que terminó acelerando la decisión del referee para detener el combate.

Si bien Miocic demostró tener una gran quijada y una buena capacidad cardiovascular, no pudo hacer nada contra el poderío de los golpes del retador. Ngannou, por otro lado, demostró que es un peleador totalmente diferente a aquel que perdió el primer combate en el 2018.
Tercer título del UFC para África
Tras su victoria, el camerunés se convirtió en el primer campeón africano de peso pesado del UFC en la historia y a su vez, el tercer peleador proveniente del continente africano en colgarse el cinturón de la compañía, luego de que lo consiguieran Israel Adesanya y Kamaru Usman.

Este último, resultó muy importante para este combate, tomando en cuenta que fue parte del campamento de entrenamiento de Ngannou. Kamaru, quien hoy por hoy tiene la mejor defensa de derribos del campeonato, acompañó al retador en su preparación en el área de la lucha.
Los resultados fueron evidentes, si bien el duelo se basó en el intercambio de golpes, Ngannou se había preparado para no ceder ante lo que hace tres años lo hizo salir del octágono con una derrota ante este mismo rival: el control posicional y la lucha.
Todo el trabajo de un equipo y el gran corazón del peleador permitieron que el continente africano celebrara su tercer campeonato mundial del UFC.
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