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Los Pittsburgh Steelers incluyeron en la lista de lesionados a su mariscal Ben Roethlisberger este martes, tras sufrir un golpe en el pecho en el juego de la Semana 2 en el que cayeron 26-17 ante los sorprendentes Las Vegas Raiders.
El head coach Mike Tomlin dijo que el quarterback estaba lidiando con una lesión en el pectoral izquierdo, pero dijo no saber cómo sucedió. Luego, en una nota de prensa en el sitio web de la franquicia, el Big Ben explicó que fue al principio del partido.
«No sé cómo sucedió. Solo sé que sucedió al principio del juego«, dijo Roethlisberger.
Roethlisberger fue capturado en apenas dos ocasiones en la derrota ante Raiders, pero fue golpeado 10 veces. Tomlin admitió que fue demasiado para su quarterback de 39 años y ofreció soluciones que podrían impedir una repetición de lo mismo semana a semana.
«Sí, fue demasiado. Recibió demasiados golpes. Podemos correr mejor el ovoide. Podemos sacar el balón de sus manos más rápido, mantenernos apegados al calendario y no rezagarnos con respecto a los downs, y meternos en situaciones donde la línea del juego está tan lejana que eso ayuda la presión sobre él«.
Fácil decirlo para Tomlin, pero la realidad es que la línea ofensiva de Steelers no es suficiente para proteger a un mariscal de campo con tan poca movilidad.
Ben Roethlisberger, más cerca del retiro
Puede sonar a que lo estamos mandando a retirarse y que se esté sobredimensionando el hecho de que el Big Ben tiene 39 años, pero la edad es solo un número que no es precisamente el que está alejando al quarterback de los emparrillados, sino su velocidad, las lesiones que ha venido arrastrando y el hecho de que en la presente época de la NFL la movilidad es clave para los QB.
Pittsburgh, una franquicia con seis anillos de Super Bowl, siempre aspira al trofeo Lombardi, pero mientras la gran mayoría de los contendientes ha buscado darle el ovoide a mariscales rápidos, en Steelers no han podido sustituir a Roethlisberger, entre lo que significa el mariscal para el equipo y el no tener una oportunidad única de traer un nuevo líder.
«Los golpes y moretones vienen con el fútbol americano«, dijo Ben luego del partido. Y el problema de eso es que, después de casi dos décadas y casi 300 juegos, el cuerpo pasa factura.
Ante Las Vegas, Big Ben, quien tiene seguro un lugar en el Salón de la Fama, sumó 295 yardas, un touchdown y completó 27 de 40 envíos. Fue interceptado una vez y capturado otras dos, pero recibió en total 10 golpes que mermaron su rendimiento y provocaron la lesión.
Si ya no puede soportar 10 choques por encuentro, los días Roethlisberger en el profesionalismo están contados.
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