Otro capítulo en la novela titulada «Kyrie Irving»

El estelar jugador de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving, ha solicitado a su equipo ser cambiado antes de la fecha límite de cambios del próximo 9 de febrero. De lo contrario, ya confirmó que no renovará con los Nets tras vencerse su contrato en el verano próximo.

El jugador nacido en Melbourne, Australia, es uno de los mejores bases ofensivos de esta época, siendo superado por algunos pocos como Stephen Curry y, quizás, Damian Lillard. Son jugadores que apoyados en la carrera de Curry, han cambiado la cara del baloncesto y todo lo que conocíamos como un “base armador clásico”, haciendo referencia a tipos como Chris Paul, Steve Nash, John Stockton o Jason Kidd. Desde la participación de tipos como Baron Davis o Gilbert Arenas hasta la consagración de tipos como Curry, Irving o Lillard, por citar algunos. Cambiaron la posición y su forma de jugarla para siempre.

Kyrie Irving está en medio del último año de su contrato en donde ganará 36.93MM$, debiéndole los Nets apenas una parte de ello. Suena como un muy buen plan para equipos que están compitiendo pero también quieren bajar la nómina para el año entrante. Pareciera un matrimonio ideal para quien lo busque.

Tan ideal suena el negocio que, en mi opinión, sería un claro ganar-ganar ya que los Nets tendrían la oportunidad de salir de un jugador polémico además de poco (o nada) comprometido con el equipo y sus aspiraciones de títulos tras las inversiones hechas en los últimos años. Por parte de Irving, salir a un destino donde pueda pelear por el título seguramente renovaría totalmente sus “ganas” de jugar baloncesto, lo cual me parece injustificable.

Además de que el jugador que realizó comentarios antisemitas, también aseguró en algún momento que la tierra es plana y se negó rotunda y totalmente a vacunarse contra el COVID cuando era requerido por las autoridades sanitarias de ciertos estados americanos, lo cual le privaba de jugar los partidos de su equipo en condición de local, además de algunos como visitante.

Dicho esto, creemos que apenas un puñado de meses son ideales para que a Kyrie Irving no le dé tiempo de hacer de las suyas y pueda concentrarse realmente en lo que mejor sabe hacer: jugar baloncesto, no opinar.

Tendremos hasta el jueves 9 de febrero para conocer el desenlace, o no, de un nuevo capítulo en la novela “Kyrie Irving” y, a mi entender, los destinos ideales basados en sus necesidades serían los Lakers de los Angeles, el Miami Heat y los Dallas Mavericks. Estos tres tienen jugadores y contratos suficientes para proponer un buen cambio.