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La primera vuelta del Campeonato de Liga española da sus últimas bocanadas. A estas alturas de temporada, si alguien hubiera preguntado a cualquiera allá por mediados de agosto sobre quien figuraría arriba en la tabla llegando a navidades, como por automatismo habrían respondido: Real Madrid, Bercelona o Atlético de Madrid. Suficiente tiempo para que el «establishment» ya se fuera imponiendo en La Liga de cara a la lucha por el título en la segunda vuelta. Lo lógico, lo normal, pero no este año, no con este Girona que ya empieza a soñar realmente con la gesta del Leicester City en la Premier allá por el curso 2015/16.
En el fútbol de hoy en día en el que prima el dinero más que nunca, las posibilidades de que un equipo pequeño siquiera flirtee con las primeras plazas en una de las grandes ligas europeas es toda una utopía. Quizá las primeras jornadas, nada más, después el caramelo desaparece de su boca. Su única solución es, que una gran fortuna se haga con las riendas del club, algo que, por cierto, no siempre funciona, o realizar un proyecto deportivo e institucional sobresaliente que dará sus frutos en quizá ocho o nueve temporadas. Una prueba de éxito sobre esto último es el Villarreal.
El Leicester tuvo un gran empuje económico en el año de consecución de su título de Premier, pero, no menos cierto es, que su plantilla no era, por nombres, ni para copar plazas europeas a finales de temporada. Y no sólo lo hizo, sino que se llevó el título.
El Girona de Michel y del grupo City
Pasada casi una década de aquel milagro futbolístico inglés y, contra todo pronóstico, el Girona está viviendo algo igual a falta de escribir los últimos capítulos de esta, bonita y heroica historia, acabe como acabe.
Michel aterrizó en Girona en el verano desde 2021 y cogió las riendas de un equipo que se hallaba peleando el ascenso a Primera división pero que se había quedado con la miel en los labios. En la campaña 2021/2022 y, pese al mal comienzo del técnico madrileño, la buena labor de Michel se empezaría a notar. Entrenador con ideas claras, que trabaja muy bien sus equipos, con buena propuesta futbolística, consciente en todo momento de los jugadores con los que cuenta y lo que cada uno le puede ofrecer, obró el que los gerundenses volvieran a estar presentes en el play-off de ascenso, con premio final esta vez.
Michel logró el gran objetivo, además de ello, su propuesta, así como la de todo el staff seguía una inercia positiva y en 2022/23 los gironís finalizaron décimos en la tabla de Primera División. Nuevo éxito, logrado en su regreso a la primera categoría del fútbol nacional.
El equipo catalán cuenta a su vez con un plus, la pertenencia al City Football Group. La gran infraestructura de la sociedad administrativa de clubes que tiene al Manchester City como joya de la corona, provee al Girona de jugadores que forman parte de los equipos de los que pertenecen a la sociedad City. Tanto jugadores con trayectoria como otros de cantera que son jóvenes promesas.
Además de ello, el Grupo City y el Girona, mantienen una relación que va más allá y es que, los informes entre las dos partes son regulares para mantener un seguimiento de rendimiento, también un stage estival en las instalaciones citizens y un seguimiento y colaboración con diversos departamentos de los gerundenses con el fin de mejorar, especialmente, a nivel de marca.
A los ingredientes «City» y Michel, hay que añadirle la gran labor de todo el staff del entrenador madrileño y del área deportiva del club, con Quique Cárcel como director deportivo, quien ha sabido vislumbrar muy bien qué jugadores eran los más adecuados para la nueva aventura en Primera División. Savinho es una buena muestra de ello.
Y el sueño comenzó…
Los ingredientes eran buenos de partida al comienzo de la actual temporada y más, vistos los resultados de la anterior campaña pero, el objetivo era mantenerse, ni de lejos soñar con llegar a plazas europeas. Pero Michel ha llegado a una madurez como entrenador que está haciendo resplandecer todas sus cualidades. Junto a ello, la plantilla catalana, ni de lejos la mejor por nombres, pero si muy bien seleccionada y trabajada está aportando lo mejor de cada uno de unos futbolistas que, en muchos casos están demostrando la notable calidad por la que se apostó por ellos.
Savinho, Tsygankov, Dovbyk, Yan Couto, Miguel Gutiérrez… Casi desconocidos a principios de temporada ya están en boca de todos. Otros como Aleix García, Yangel Herrera, Eric García o el incombustible Stuani están exhibiendo su mejor nivel. Todo ello ha propiciado la epopeya gironí.
Lo que empezó siendo una agradable sorpresa y con todo el mundo esperando que, de una jornada a otra el equipo empezará a tener los tropiezos que le llevaran a, su habitat natural, se ha convertido en un sueño más que real, donde Michel y los suyos se han plantado en la jornada 17 líderes de La Liga con sólo un partido perdido. Algo que han logrado a base de compromiso, una buena propuesta futbolística bien ejecutada y una fe en si mismos que les ha llevado a realizar remontadas heroicas o a ganarle al Barcelona dándole un repaso futbolístico y marcando los tempos del partido como si fueran ellos el equipo grande.
Michel y su Girona ya están en otra dimensión, al menos, esta temporada, el cielo es el techo y pase lo que pase el éxito lo han conseguido ya. Ahora a soñar con clasificar para Europa pero, puestos a soñar y visto lo visto ¿Por qué no soñar con ganar La Liga?
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