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El Liverpool mantiene el coliderato en el teatro de los sueños
Partido pintiparado el que se presentaba hoy en el siempre emblemático Old Trafford. La casa del Manchester United se disponía para un Manchester United vs Liverpool que es uno de los grandes clásicos de la Premier League. Por si fuera poco, y con la competición doméstica entrando en recta final, los de la ciudad de los Beatles llegaban con opciones de dormir hoy líderes o colíderes si ganaban o empataban. Los de casa por su parte, buscaban recortar diferencias ante un Tottenham que está en puesto de UEFA Europa League. Entrar en Champions es utópico para el United visto el nivel de los cuatro primeros.
Primera parte en la que el Liverpool pudo cerrar el partido
El United siempre es el United, aunque lleve unos últimos años en los que no es ni algo parecido a lo que su historia dicta, pero ganarle siempre es difícil. Hoy ha sido una buena muestra de ello. Ante un Liverpool que exhibe músculo y va decidido en la lucha por el campeonato, los red devils han sabido aguantar.
El equipo de Klopp empezaba fuerte el partido, con ánimo de ponerse rápido por delante en el marcador ante un Manchester que pena notablemente estas situaciones. Así, a los poco más de veinte minutos, Luis Diaz ponía por delante a los de Merseyside. A partir de ahí el Liverpool sitió la portería de Onana pero erraban en todas sus acometidas para engordar la cuenta. La defensa numantina de los hombres de Ten Hag y los fallos groseros del Liverpool propiciaron que el United llegara con un hilo de vida al descanso.
El Manchester United no desaprovechó los regalos
Quien perdona, suele penar y luego tirarse de los pelos pensando en ocasiones desaprovechadas. Así le pasó al Liverpool, quien con apenas cinco minutos de juego de la segunda parte vio como el United le empataba tras un error pueril de Quansah. Tablas en el marcador con el gol de Bruno Fernandes y de nuevo tocaba hacer los deberes para el equipo de Klopp.
La historia se repetía, el Manchester seguía defendiendo como si de un asedio se tratara y el Liverpool errando ocasiones manifiestas. Por si fuera poco, el jarro de agua fría sería más grande para los de Anfield, ya que en el minuto sesenta y siete, Wan-Bissaka conectaba con su joven compañero Mainoo quien, a la media vuelta teledirigió un golpe maestro al palo más alejado del guardameta del Liverpool. Los red devils se ponían por delante ante la estupefacción de Klopp.
Tocaba remontada si el Liverpool no quería perder el liderato en la clasificación. Tocó remangarse y trabajar rápido, pues apenas distaban poco más de veinte minutos para acabar el encuentro. Salah falló una ocasión que era medio gol, no era su día, no era tampoco el del Liverpool. Pero en el minuto ochenta y cuatro Wan-Bissaka cometía un penalty de alevín y la oportunidad se presentaba para al menos, empatar y no perder el coliderato.
Salah transformó con suma tranquilidad y el partido acabó con algún que otro susto más en ambas áreas. Empate a puntos en lo alto de la tabla entre Liverpool y Arsenal. A esta Premier le queda mucha miga.
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