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La noticia del canje entre Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes, que tuvo como principales protagonistas a Erick Leal y Oswald Peraza, dejó en un mal estado anímico al lanzador de 29 años que había pasado toda su carrera en «la Nave Turca» y que se imaginaba una trayectoria completa en el club hasta su retiro.
El pasado jueves, 16 de mayo, los capitalinos enviaron a Oswald Peraza, Felipe Rivero y Leonel Sequera a la novena valenciana a cambio de Víctor Bericoto, José Marcos Torres y Erick Leal.
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Erick Leal: «Tengo el corazón roto»
Desde que inició su carrera en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, en 2015, el serpentinero derecho se ha destacado como uno de los brazos más importantes del torneo por su buen rendimiento y consistencia desde el montículo.
Aunque en la zafra 2023-24 no expuso su mejor versión (0-3/5.08 PCL/1.51 WHIP/30 K/ 33.2 IL), no cabía duda de que seguiría siendo el as de le rotación de los filibusteros en la venidera fase regular, considerando su experiencia y su estatus dentro del torneo. No obstante, tras la inesperada transferencia, ahora deberá intentar recuperar el sendero estelar con el uniforme de quienes durante toda su estadía en la pelota invernal criolla habían sido sus «eterno rival», los Leones del Caracas.
«Me ha pegado bastante por el hecho de que yo nací en Valencia, en Los Guayos», dijo Leal en una entrevista para Extrainning. «Mi sueño siempre fue jugar en Magallanes, lo cumplí y era una persona muy importante en el equipo».
Siendo una de las figuras más importantes para los eléctricos, el derecho de 29 años se enteró de una forma bastante fría de que había sido traspasado, algo que no le cayó del todo bien, sobre todo considerando las tantas alegrías que le había dado a la organización y a los fanáticos carabobeños.
«Me enteré de la manera más inesperada posible por parte de Magallanes», explicó el ganador del premio Pitcher del Año de la temporada 2020-21. «Después entendí que así es este negocio y no podemos entender el corazón ni la cabeza de las personas que tienen ese tipo de responsabilidades».
«Fue una llamada fría, fue una llamada cruda y sin censura… No me dio ni siquiera chance para yo poder decir una palabra. Estoy todavía procesando la información», continuó.
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A pesar de la tristeza de haber sido traspasado del equipo de sus amores, Erick Leal confirmó que estaba motivado por pertenecer a su nueva escuadra y dar lo mejor de él para obtener victorias. A su vez, contó una anécdota sobre su hijo -que es caraquista- y la sonrisa que emanó de su rostro una vez se enteró que su padre jugaría la próxima campaña con los melenudos.
Esa situación, según las palabras del propio pitcher, hicieron que salieran lágrimas de alegría por ver que su vástago estaba feliz y lo motivó aún más para lo que viene.
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