Pogacar mantiene el amarillo en una ardiente segunda semana

La segunda semana de Tour de Francia llega a su fin, certificando un Tadej Pogacar que mantiene el maillot amarillo con soltura. El esloveno está mostrando un equilibrio perfecto de fortaleza y mentalidad ganadora. Ataca siempre que puede pero también calibrado cuando debe. Su equipo además, está dando una lección de táctica de la mano de su director de equipo y otra lección de labor de equipo sobresaliente. Todos aportan cuando toca y están fuertes. Único contratiempo, la baja de Ayuso cuando también estaba mostrando gran nivel.

La semana comenzó con la décima etapa, tras el día de descanso, con una jornada propicia a escapadas o volata. Y en esto último se delicucidó, victoria para Philipsen con un Girmay que llegó segundo y seguía con hambre de victoria pese a su gran primera semana.

Vingegaard responde ante Pogacar

El siguiente día nos regaló otro de esos duelos entre los más grandes que nos está dejando este Tour. La ronda gala prometía mucho este año y no está defraudando. La etapa en cuestión con final en Le Lioran, contaba con 40 km finales con un salpicón de puertos, dos de segunda, uno de primera y uno de tercera. Pogacar lanzó un ataque made in Pogi… A unos 30 km para meta y con su maillot amarillo enfundado, dispuesto a asestar otro golpe de autoridad en el Macizo Central y dejar las cosas muy encaradas de cara a Pirineos. Pero no contaba con que Vingegaard está más fuerte de lo que se esperaba. El danés fue respondiendo al ataque y cerró medio minuto de diferencia antes del final, llegando con el esloveno y ganándole al sprint. por detrás, Evenepoel y Roglic llegaban tercero y cuarto. Las distancias en la general permanecían cercanas y sólo Primoz Roglic pagaba una cuota mayor de tiempo. Cerca de tres minutos respecto a Pogacar en la general.

Tras el chorro de emociones y adrenalina en la uncécima etapa llegó otro día de velocistas. Girmay conseguía una nueva victoria en un Tour que le está consagrando como uno de los mejores velocistas del momento. En esta ocasión se impuso a un Van Aert algo más apagado que en ediciones anteriores. Rozaria de nuevo la gloria el bueno de Van Aert el día posterior en Pau, pero nuevamente arribaría segundo, esta vez tras Jasper Philipsen.

Llegaba la decimocuarta etapa, el día del Tourmalet, tres puertos con final en Pla D´Adet. Tras una escapada importante con nombres importantes como Gaudu, Van Der Poel, Oier Lazcano, Ben Healy o Kwiatkowski. Healy lograba desembarazarse de sus compañeros de aventura en el último Puerto para ir sólo hacia la hazaña. Por detrás, a menos de tres minutos el grupos de favoritos de la general había viajado controlando de lejos la escapada pero sobre todo controlándose entre ellos. UAE, con una labor portentosa comandó subiendo todos los puertos y en el último mandaron a Yates al ataque.

Dos misiones con este ataque, tener a alguien delante para Pogacar de escudero y tener una opción de triunfo. Con Healy neutralizado por parte de Yates de forma rápida se dio la órden detrás de soltar los watios.

Pogacar lanzó un ataque demoledor que no cejó hasta llegar a la altura de su compañero. La respuesta de Vingegaard, Evenepoel y compañía fue buena pero no suficiente. No consiguieron neutralizar al esloveno sacando este otro buen puñado de segundos en la meta, donde llegó, por cierto, adjudicándose la etapa.

Pogacar llega a la jornada de hoy, nuevamente de montaña, de amarillo y con una ventaja de casi dos minutos con Vingegaard y de casi dos y medio con Evenepoel. El amarillo final se empieza a dibujar, pero el danés y el belga aún no han dicho su última palabra.


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